21 jun 2010

Esperanzas Rotas

Hoy estoy inspirada tal vez el dia, tal vez la hora o solo por que asi soy XD... en fin si estoy inspirada y se que no es mi seccion pero un poema no hace daño...les traigo hacia ustedes un muy hermoso poema llamado "Esperanzas rotas" escrito por un compañero mio que se llama Rodrigo Toledo. Durante un tiempo me identifique con el poema. Bueno, pasamos a lo importante (y comenten).


Esperanzas Rotas
Despierto, envuelta entre mis pensamientos,
entre mis pensamientos llenos de ti,
no te puedo sacar, siempre estás presente.

Lo que me dijiste ayer, no lo puedo borrar de mi cabeza,
tu voz retumba entre mis pensamientos, y revolotea,
cada vez que agita sus alas remueve los recuerdos de los momentos que he pasado contigo,
algunos me hieren, hacen que sangre dentro de mi que toda mi rabia, mi coraje, emanen,
se derramen dentro de mi y me envenenen lentamente, acercándome a mi muerte.

Otros siguen volando y tocan un recuerdo de los más hermosos que tengo,
la única vez que pude expresarte mi amor.
Pero no es suficiente, mostrarte mi amor, no es suficiente,
quiero que tú me ames, que veas lo que realmente soy.

Me siento sóla, quienes me rodean son sólo gente,
y tú, la única persona que yo quiero
ya está haciendo su vida con alguien más.
Estoy segura de que también sientes algo por mi,
de que me quieres, pero el miedo, el miedo a no ser aceptado,
ese mismo miedo que me aterroriza por las noches,
que no me deja dormir, que me hace llorar cuando estoy sola,
cuando a la luz de la luna me hace ver como soy,
ese miedo no te deja decirme lo que sientes.

Tus caricias, cualquier contacto contigo, estrechar tu mano,
estar entre tus brazos, sentir tu respiración,
sentir tu aliento cuando estás cerca,
sentir el calor de tu cuerpo,
es lo que necesito, a ti es a quien necesito.

Tú eres mi elixir para vivir, mi placer, mi perdición.
Cada vez que veo esos ojos tuyos,
esos ojos que me hacen olvidar todo
y me incitan a ir hacia ti,
a amarte, a dejar que me ames, a perderme dentro de ti.

Un día amanezco, un lugar diferente, donde no había estado antes,
aquí no me juzgan por lo que soy, sino por lo que siento,
soy otro ser humano que ama, no un monstruo.

No es mi culpa amarte, no está bien ni mal,
es sólo que no me comprenden por ser diferente,
por amar, por sentir… ahora no me ven mal,
no susurran cuando digo lo que soy.

Ahora puedo aceptarme,
aceptar mi cuerpo, mi mente, y lo que soy.
A lo lejos alcanzo a distinguir tu figura,
y escucho tu voz, de repente oigo ruidos,
no alcanzo a distinguir qué sucede,
percibo algunas luces, trato de alcanzar a una,
corro hacia ti.

¡No, no me dejes! ¡No te vayas! ¡Eres lo que necesito,
mi esperanza para vivir! ¡No me dejes!
Termino rendido en el suelo, un suelo áspero, frío,
está nublado, pero a lo lejos alcanzo a distinguir una imagen,
rápidamente corro hacia ella, al llegar al lugar,
percibo una florecilla, casi imposible de ver.

Me inclino hacia donde está,
su perfume, me recuerda tanto a ti, es tu mismo aroma,
al tomarla en mis manos siento que estás ahí,
siento que estas conmigo.
Despierto de mi sueño, entre lágrimas alcanzo a ver,
que un nuevo día está por comenzar,
una nueva oportunidad de estar contigo,
de verte, de decirte lo que soy, y lo que siento por ti.

Una luz que me da esperanza, que me mantiene con vida
y que hace que este secreto no muera,
que se mantenga dentro de mí.
Al llegar, nuevamente te veo, veo esos ojos,
esa sonrisa, percibo tu dulce aroma, tu calor,
escucho tu voz y me guío hacia donde estás tú.

No puedo aguantar más y al llegar hacia ti,
te tomo en mis brazos, tú única respuesta es alejarte.

Todo estaba decidido ya,
yo ya no podría seguir aquí,
y ya no podría volver a estar un momento más a tu lado,
y todas las esperanzas que mi pobre corazón
había albergado durante tanto tiempo, se rompieron,
resultaron ser hechas del cristal más frágil y filoso que hay,
no podría quedarme ni un momento más,
la felicidad de tu rostro me recordaría un error,
que marco mi vida…

Tantos años han pasado y no puedo olvidarme de ti,
todavía percibo ese aroma, tan dulce, ese olor a ti,
proveniente de mi jardín, hace tiempo que no regreso ahí,
y esa pequeña florecilla está marchitándose y a punto de morir.

No fuiste tu, ni yo quien hizo que marchitara y envejeciera sin ser feliz, fue la gente que no la dejó crecer, que la aplastó,
no la dejaron vivir, y al matarla a ella me mataron a mi,
poco a poco se encargaron de que muriera toda esperanza,
y de que en ese jardín no hubiera más flores,
de que no llegara el sol y de que no se sembrara una nueva flor,
en el lecho que dejaste.

Lo último que recuerdo fue cuando te alejaste de mí,
quizás por confusión, por miedo, por desprecio.
Aún después de tantos años recuerdo tu sonrisa,
y siento que estás conmigo, siento que duermo entre tus brazos,
y tu dulce aroma me mantiene soñando…y tus ojos,
son mi único refugio, el único lugar donde puedo encontrarme
y encontrarte a ti.



Rodrigo Toledo

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